Las marcas blancas han dejado de ser lo que eran hace varias décadas para convertirse en productos, de hecho, muy deseados por los consumidores, especialmente los más jóvenes.
Según datos de mayo de 2019, el 42% del gasto en gran consumo de los consumidores españoles está dedicado a este tipo de marcas. No hay más que fijarse en el ejemplo de Hacendado, la marca de Mercadona, o en las deseadas cremas Cien de Lidl, para comprender que estos productos han experimentado un giro de 360 grados en las preferencias de los compradores.
En Europa, los datos de las marcas blancas son muy positivos. Según un estudio de Nielsen que recoge el portal Puro Marketing, las marcas blancas están vendiendo a su nivel más alto en el continente, superando ya a las marcas de empresas o quedándose cerca de ello en varios mercados. En España, la cuota de mercado de las marcas blancas es la más elevada del continente y es superior a las marcas privadas. De hecho, tienen el 51% del mercado de distribución.
Fuente: Las marcas blancas resurgen y se hacen imprescindibles (foodretail.es)